Evidentemente el desorden en los niños y sus principales causas, tiene su origen en una serie de factores que tienen diferentes vertientes. Estas vertientes pueden ser de orden psicológico, sociológico, de crianza y hasta funcional. Las cuales tienen efectos devastadores en el comportamiento, la conducta y el desorden que provocan los niños en sus diferentes edades.
Uno de los primeros factores que se deben tomar en consideración para hacer el análisis es observar detalladamente el comportamiento de los padres. Ya que los niños reflejan lo que ven que hacen las personas mayores.
Si los niños observan que su papá y su mama, no arreglan la cama. O se sientan a la mesa para las diferentes comidas y no llevan los platos al fregadero y no recogen la ropa sucia del suelo. Entonces el niño solo ve desorden por todas partes.
De allí salen las conductas aprendidas, y después los mayores quieren corregir la situación aplicando castigos que el menor no entiende por qué sus padres les imponen esas sanciones.
Para que la familia viva en armonía, desde un principio se deben dictar normas de orden antes de que sea tarde. Así se logrará que la situación no se nos escape de las manos, porque si no recibiremos malas respuestas de los hijos.
¿Por qué el desorden en los niños causa tantos problemas en el hogar?
Los niños desordenados causan muchos problemas en el hogar precisamente por eso. Porque son desordenados y eso es sumamente estresante en todos los aspectos de la vida familiar.
Existen una cantidad muy interesante de factores que provocan alteraciones neurológicas en los niños. Estás los inducen a ser desordenados per se, y esa causa debe ser atendida por un médico neurólogo.
Una vez que la causa física que provoca esa actitud en el niño, ha sido detectada por el especialista. Entonces este indicará el tratamiento indicado para enderezar esa anómala conducta en el pequeño
De acuerdo a la opinión de los especialistas, el desorden causa estrés. Y esta anomalía supuestamente induce a la persona a sentirse agradado en medio del desorden. Por lo que se debe ser drástico al respecto e imponer el orden.
Hay una gran cantidad de cargas emocionales que colaboran para que los niños sean desordenados. Y entre esas cargas podemos contar que entre las principales, se encuentran la pereza, la falta de dejadez y la falta de tiempo.
Evidentemente cuando el desorden que causan los niños sobrepasa los límites de la tolerancia. Los problemas no se hacen esperar porque el desorden causa estrés, fatiga, cansancio, y por lo tanto es intolerable.
Indiscutiblemente cuando en una casa se convive con una gran cantidad de niños desordenados, esto trae como consecuencia que todas las actividades se retrasen. Sencillamente porque cuando se necesita encontrar algo rápido; esto no sucede.
De allí se hace necesario que a los niños se les debe acostumbrar e indicarles que por su bien no deben ser desordenados. Ya que esa nefasta actitud se les revertirá a ellos mismos y la gente no los tomará en cuenta para nada.
¿Por qué los niños son desordenados?
Según los especialistas, la pregunta es compleja de responder, habida cuenta de que no existen patrones definidos de conducta para el comportamiento de los niños. Sino que ellos actúan de acuerdo a sus emociones temporales.
No se debe calificar ciertamente como trastornos de conducta el hecho de encontrar desordenado el cuarto de un niño que tiene cuatro años de edad. Pues la razón de su alegría y bienestar radica en desordenar cualquier cosa.
Ahora bien, cuando el niño alcanza cierta madurez, es labor importantísima de los mayores, demostrar conductas acordes. Pues esto servirá para que el niño vaya aprendiendo que no se debe tener desordenado el cuarto.
Los niños son unas esponjas para absorber conocimientos, así pues dependiendo de la forma como el observa el comportamiento de sus hermanos mayores, e inclusive el de los padres; así mismo se comportará.
Desde épocas muy antiguas el comportamiento de los niños ha sido invariable. Y sus patrones de conducta solamente se ven disminuidos sí el niño presenta algún trastorno como fiebre o dolor de barriga.
Un niño con una edad entre un año y año y medio, disfruta esparciendo primero que todo sus propios juguetes. Luego su atrevimiento va más allá y muestra interés en sacar los zapatos de los closets.
Se interesa en las ollas pequeñas, los enseres de cocina, los cubiertos y demás utensilios como brochas, marcadores, lápices y papeles, para terminar su desorden con el rollo de papel higiénico que lo esparce por el suelo.
En conclusión el niño es desordenado per se y le gusta jugar en el desorden. Por lo tanto hay que dejarle cierta libertad, para que el mismo desde su desorden encuentre el orden.
El desorden en los niños un gran problema familiar
Los especialistas opinan que uno de los grandes conflictos que se han presentado en las familias, es el derivado por el desorden de los niños. Y efectivamente estos se acentúan cuando existe disfunción familiar.
Está comprobado que en grupos familiares donde existe el consumo de sustancias estupefacientes y psicotrópicas. La disfuncionalidad se exacerba a tal extremo que los niños son desordenados como acto de rebeldía.
De la misma manera se presentan estos episodios cuando el padre y la madre son adictos al consumo de bebidas alcohólicas. Lo que propicia indefectiblemente, que el niño de hecho sea desordenado.
Ante esta circunstancia los padres deben actuar con sensatez y tomar medidas correctivas al respecto. Para que sin mayor esfuerzo el niño entre en el camino correcto de ser ordenado, al darse cuenta que es por su bien.
En otras ocasiones, los niños son muy desordenados cuando han observado que entre sus padres hay muchas desavenencias y se la pasan discutiendo todos los días, lo que afecta indudablemente su comportamiento familiar.
El desorden no existe en el cuarto de un niño si él se encuentra totalmente confortable en la forma como va desenvolviéndose su crecimiento moral y espiritual.
Consejos y trucos sobre cómo tratar a los niños desordenados
Indiscutiblemente para poder ganar la partida cuando el asunto se trata de niños desordenados, empieza en primer lugar predicando con nuestro ejemplo cono adultos mayores que debemos ser ordenados.
Ese es un hábito que se aprende y que en los primeros años de vida del niño no se ve su progreso, pero cuando llegue a la adolescencia, el gusanito del orden está presente en su cerebro y así será su comportamiento.
Debemos inculcarles a los niños la importancia de cuidar las cosas, porque al final a ellos les quedaran esas pertenencias cuando sean adultos, y eso deben los niños, asumirlo con responsabilidad.
Se puede jugar al hábito de ser ordenado, y se pone al final del juego un premio a quien mantenga por mayor tiempo su cuarto en total orden; para que la mamá no se tenga que esforzar o molestar en arreglarlo.
Escóndales sus juguetes preferidos para que ellos mismos se den cuenta de que no los encuentran fácilmente porque son desordenados, y de esta manera ellos concluirán que es mejor ser ordenados para encontrarlos.
Tener muchos juguetes en el cuarto, así como también exceso de adornos, bisuterías y otros objetos; los induce emocionalmente a dejar las cosas regadas en cualquier lado, porque al final ellos piensan que alguien las recojerá.