¿Más razones para hacer del ejercicio parte de tu vida? ¡Aquí te las traemos!
Previamente comentamos algunas de las razones por las cuales el ejercicio es un punto crucial en una vida saludable y, como prometimos, extenderemos otras razones que reafirman su importancia.
En una de nuestras publicaciones anteriores en el blog, mencionamos algunas funciones claves de la actividad física y como puede ser incluso indispensable para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, en cuanto a la producción de energía, oxigenación celular y el equilibrio metabólico. Sin embargo, sobran aún muchos motivos para valorar la actividad física y hacerla parte indiscutible de tu vida. Continuamos con otros factores de tu salud favorecidos con el movimiento y son las siguientes:
Salud ósea: comodidad, flexibilidad y fortaleza
Ya hemos mencionado que el cuerpo humano se adaptó a mantenerse en movimiento y a realizar frecuentemente, actividades de esfuerzo o con distintas exigencias. Para estas circunstancias, desarrollamos un sistema óseo muy resistente y con capacidad de soportar distintos movimientos y desafíos para nuestra fuerza. Sin embargo, el sedentarismo no es lo más natural para el organismo, especialmente si hablamos de nuestra espalda. La falta de movimiento permite la pérdida gradual de la flexibilidad, tanto en la espina dorsal como en otras áreas y articulaciones del cuerpo. A esto se le suma el aumento de probabilidades de presentar problemas en la irrigación (distribución) del líquido cefalorraquídeo, el cual se encarga de hidratar los discos intervertebrales y permitir la flexibilidad, además de reducir riesgos de hernias discales o el agravamiento de las mismas, si ya existen. El líquido cefalorraquídeo también se encarga de nutrir la médula espinal y el cerebro para un óptimo funcionamiento del sistema nervioso. Fallas en estas funciones aumentan el estrés crónico, así como los dolores de columna.
Las actividades que mantengan en ejercicio y fortalecimiento constante a los músculos brindan una mayor resistencia y alineación postural, así como ayudan a aportar limitaciones –necesarias- al esqueleto para evitar desviaciones o sobrecarga de peso sobre ellos. Además, permite el fortalecimiento de los huesos al fomentar la formación ósea, incluso después de los 30 años, evitando así problemas como la osteoporosis.
El realizar ejercicio puede hacerte sentir mejor con tu propio cuerpo y tu ser. Incluso, puede ayudar a aliviar distintos dolores en la espalda o en otras partes del cuerpo causados por posturas inadecuadas del sedentarismo. En todo caso, debes saber escuchar tu propio cuerpo si algo te duele más de lo adecuado.
Sexualidad en equilibrio, sensualidad a flor de piel
Estudios demuestran que las personas activas físicamente (especialmente si realizan ejercicios de cardio y aeróbicos) disfrutan de un mayor rendimiento y placer sexual. A través de una gran variedad de beneficios. Éstos son:
- Mejora la circulación sanguínea: Esto tiene como consecuencia una fuerte eyaculación y mejor irrigación de la zona íntima de la mujer para una mayor sensibilidad.
- Se reducen tensiones en la zona pélvica: ejercicios que ajusten la espalda baja y caderas ayudarán a la mujer a aliviar tensiones que pueden provocar dolor o insensibilidad al momento del coito. En hombres, relajar dichas tensiones favorece en mayor durabilidad antes de la eyaculación, puesto que en la eyaculación precoz suele estar el exceso de presión en esta zona como una de sus causas.
- Mejor figura, más energía y mejor autoestima: poder estar honrado de un cuerpo sano -y más si lo acompaña una buena silueta-, favorecerá a tu autoestima a la hora del sexo y seguro le encantará a tu pareja (o podrás atraer a alguien más que te valore mejor). Para este factor, también será importante una correcta alimentación, como te explicamos en algunos de nuestros posts.
- Mente relajada y florecimiento de la creatividad: también encuentras como efecto de ser una persona activa, el poder vivir con mayor felicidad y satisfacción, haciéndote más atractivo/a y creativo/a a la hora de la intimidad. El término ‘endorfina’ proviene de dos vocablos: ‘endo’ que significa ‘de adentro’ y ‘morfina’, haciendo referencia a la sustancia opioide que reduce la sensación de malestar y dolor. Las endorfinas, por lo tanto, son neurotransmisores producidos por el propio organismo que sirven de analgésico y favorecen la relajación y alivio del estrés. Se han encontrado evidencias científicas que corroboran que la práctica de ejercicio permite la liberación de endorfinas y con ello, la disminución de los niveles de estrés y aumenta la satisfacción personal y el atractivo sexual.
En fin, existen muchos más beneficios en mantenerte activo físicamente, que tanto la ciencia como tú a través de tu experiencia podrán descubrir cada día. ¿Qué estás dispuesto a hacer por cuidar tu salud? ¿Qué ha hecho el ejercicio para mejor en tu vida? ¡Comenta y comparte!